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I gabbiani sorvolano la foce dell'Elba, nel mare del Nord. "Banco di aringhe a sinistra", stride il gabbiano di vedetta e Kengah si tuffa insieme agli altri. Quando riemerge, il resto dello stormo è volato via e il mare è una distesa di petrolio. A stento spicca il volo, raggiunge a fatica la terra ferma, poi stremata precipita su un balcone di Amburgo, dove c'è un gatto nero grande e grosso di nome Zorba, a cui la gabbiana morente affida l'uovo che sta per deporre, non prima di aver ottenuto da lui tre solenni promesse.

È dura per un cane lupo vivere alla catena, nel rimpianto della felice libertà conosciuta da cucciolo e nella nostalgia per tutto quel che ha perduto. Uomini spregevoli lo hanno separato dal suo compagno Aukamañ, il bambino indio che è stato per lui come un fratello. Per un cane cresciuto insieme ai mapuche, la Gente della Terra, è odioso il comportamento di chi non rispetta la natura e tutte le sue creature.

Da una conchiglia che un bambino raccoglie su una spiaggia cilena, a sud, molto a sud del mondo, una voce si leva, carica di memorie e di saggezza. È la voce della balena bianca, l'animale mitico che per decenni ha presidiato le acque che separano la costa da un'isola sacra per la gente nativa di quel luogo, la Gente del Mare.

A Monaco, Max è cresciuto insieme al suo gatto Mix, con cui ha un legame molto profondo. Raggiunta l'indipendenza dai genitori, Max va a vivere da solo portandosi dietro l'amato gatto. Il suo lavoro, purtroppo, lo porta spesso fuori casa e Mix, che sta invecchiando e perdendo la vista, è costretto a passare lunghe ore in solitudine. Ma un giorno sente provenire dei rumori dalla dispensa e intuisce che dev'esserci un topo.

Il vecchio Antonio José Bolívar vive ai margini della foresta amazzonica ecuadoriana. Ha con sé i ricordi di un'esperienza - finita male - di colono bianco, la fotografia sbiadita della moglie e alcuni romanzi d'amore che legge e rilegge in solitudine. Ma il suo patrimonio è una sapienza speciale che gli viene dall'aver vissuto dentro la grande foresta, insieme agli indios shuar: un accordo intimo con i ritmi e i segreti della natura che i gringos, capaci soltanto di sfruttare e distruggere, non sapranno mai capire.

Il diario di viaggio di Luis Sepúlveda in Patagonia e nella Terra del Fuoco: un audiolibro in cui personaggi leggendari rivivono sullo sfondo di una natura indimenticabile. Riflessioni, racconti, leggende e incontri che si intrecciano nel maestoso scenario del Sud del mondo, dove l'avventura non solo è ancora possibile, ma è la dimensione quotidiana del vivere.

In America Latina è scomparsa una frontiera che portava nei territori della felicità. Benché non comparisse su alcuna cartina, una volta chiunque sapeva come trovarla. Poi sono giunti tempi terribili, e la strada è diventata un labirinto senza uscita. Ma c'è un giovane che non è ancora stanco di cercare quella frontiera scomparsa, e con essa le proprie radici, che affondano lontano, nel villaggio andaluso da cui il nonno anarchico è fuggito agli inizi del secolo per difendere il suo amore per la libertà. Il giovane ha uno zaino in spalla e tutto il tempo del mondo a disposizione.

Le lumache che vivono nel prato chiamato Paese del Dente di Leone, sotto la frondosa pianta del calicanto, sono abituate a condurre una vita lenta e silenziosa, a nascondersi dallo sguardo avido degli altri animali, e a chiamarsi tra loro semplicemente "lumaca". Una di loro, però, trova ingiusto non avere un nome, e soprattutto è curiosa di scoprire le ragioni della lentezza.

Un professionista è sempre un professionista, ma la giornata era iniziata male: a Madrid faceva un caldo infernale e la sua amichetta francese l'aveva piantato come un cretino per un tizio incontrato a Veracruz. La compagnia di una buona bottiglia di whisky e di una mulatta che si portava dietro tutta l'aria dei Caraibi non gli aveva risollevato l'umore, quella ragazzina viziata dai fianchi sodi e dalla bocca rossa lo aveva proprio messo a tappeto. In fondo, dietro i modi da duro lui era un killer sentimentale.

Nel pieno della Seconda guerra mondiale, una collezione di antiche monete d'oro, sottratta dalla Gestapo al suo legittimo proprietario, scompare dai forzieri dov'è stata nascosta. A rubarla sono due soldati semplici tedeschi, che sognavano la libertà lontano dal loro paese. Cinquant'anni dopo, in una Berlino ormai liberata dal Muro, un ex guerrigliero cileno riceve l'incarico da una compagnia di assicurazioni di ritrovare il tesoro là dove uno dei due complici lo ha sepolto: nella Terra del Fuoco. Belmonte, il cui nome ricorda quello di un famoso torero, accetta, soprattutto per amore di una donna lasciata in Cile.

Luis Sepúlveda, a quien el público de lengua española ya conoce bien, tiene dos hijos muy jóvenes, a quienes llama "mis enanos" y a quienes prometió un día escribir una historia acerca de lo mal que gestionamos los humanos nuestro propio entorno, lesionando la naturaleza, que nos brinda tantos bienes, y de paso autolesionándonos sin piedad. Así nació Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, que cuenta las aventuras de Zorbas, un gato "grande, negro y gordo", cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota.

Juan Belmonte vive en el sur de Chile, frente al mar, llevando una vida sencilla y casi anónima, acompañado de algún amigo insobornable, y de sus recuerdos de viejo guerrillero que ha trabajado también como agente y ha aceptado encargos de algunos de sus viejos mandos. Después de dar con las monedas de oro que evadieron unos nazis de la prisión de Spandau, Juan Belmonte recibe una llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso en el Chile de Bachelet.

Una emotiva historia ambientada en la selva amazónica que ha acabado convirtiéndose en un long-seller literario. Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo.

Los muchos miles de lectores de Luis Sepúlveda ya conocen su gran pasión: viajar, deambular por el mundo, observar a sus gentes y escuchar sus historias. Pero Sepúlveda tiene también otra pasión, podría decirse que en simbiosis con la anterior, que es la de contar él mismo, a su modo, esas historias oídas y otras que, gracias a su desbordante capacidad de fabulación, enriquecen la realidad convirtiéndola en literatura. Pues bien, esta vez Sepúlveda nos invita a acompañarle, codo con codo, en algunos de sus periplos por las solitarias tierras de Patagonia y Tierra del Fuego.

La extraordinaria historia de amistad entre un gato, su dueño y un simpático ratón mexicano. Mix es el gato de Max, un joven estudiante que lo siente como un verdadero amigo: los dos han vivido cientos de aventuras y han aprendido a la vez creciendo juntos. Pero cuando Max acaba sus estudios y empieza a trabajar, Mix pasa mucho rato solo. Además, con la edad, Mix se ha quedado ciego. Sin embargo, en el momento más inesperado aparece un nuevo amigo, un simpático ratón mexicano que nos hace ver la importancia de la amistad, y qué gratificante es cuando esta sucede entre diferentes.

Una historia de amor por la naturaleza, contada por la voz de la ballena blanca protagonista. Una fábula para personas de todas las edades. De una concha que un niño recoge en una playa chilena, al sur, muy al sur del mundo, una voz se eleva, cargada de recuerdos y sabiduría. Es la voz de la ballena blanca, el animal mítico que durante décadas ha custodiado las aguas que separan la costa de una isla sagrada para las personas nativas de ese lugar, la Gente del Mar.

En los años sombríos del nazismo, desaparecen de un rincón secreto de la prisión de Spandau unas valiosísimas monedas de oro. Casi cincuenta años después, caído el Muro de Berlín, dos personajes oscuros pero poderosos, con un pasado político turbio, contratan cada uno por su lado a dos "antiguos combatientes", Juan Belmonte -el que tiene nombre de torero- y Frank Galinsky. En "paro" laboral e ideológico, ambos deben partir en busca de un botín robado que nadie se atreve en realidad a reclamar oficialmente.

Una enternecedora fábula para los tiempos acelerados que vivimos. Los caracoles que habitan el País de los Dientes de León llevan una vida apacible, lenta y silenciosa, al abrigo de animales y otros peligros. Entre ellos se llaman simplemente "caracoles". Hasta que uno de ellos considera injusto no tener nombre, y quiere saber por qué son tan lentos. A pesar de los consejos de todos, el caracol Rebelde decide emprender un viaje en el que se encontrará con un melancólico búho, una sabia tortuga y unas hormigas muy organizadas.

Una fábula emotiva y alentadora para jóvenes de 8 a 88 años. Es difícil, para un perro pastor alemán que vive al servicio de un grupo humano, no añorar la libertad que conoció como cachorro. Y sobre todo no sentir nostalgia por todo lo que perdió en sus vivencias con los mapuches, los indios de la Araucanía en Chile. Y es que nuestro perro se cayó en la nieve y, rescatado por un jaguar, fue a dar en un poblado mapuche. Allí creció con su compañero Aukamañ, el niño indio que era como un hermano para él, y allí aprendió a respetar a la naturaleza y a todas sus criaturas.

Con Diario de un killer sentimental y Yacaré, dos novelas cortas reunidas aquí en forma de libro, Luis Sepúlveda se adentra de lleno en el género policiaco que tanto le ha gustado desde siempre. Si, en la primera, el asesino a sueldo infringe con su enamoramiento todas las normas de su implacable profesión, en la segunda, el investigador de una compañía de seguros no puede evitar saltarse a la torera los límites de su misión, dejándose llevar por su fino olfato de antiguo agente de policía.