Una autobiografía de Esmeralda Santiago donde habla de sus desafíos al emigrar, de su superación personal y de los tropiezos de la vida.
La emigración no es una decisión sencilla, más cuando se trata de una madre soltera que tiene que realizar muchos sacrificios en un país desconocido y con una lengua distinta a la suya. Este es el inicio de la historia de Esmeralda Santiago, quien en 1961, a los 13 años, se ve obligada a emigrar de un pequeño pueblo rural de Puerto Rico junto a su madre tras una relación disruptiva. ¿El destino de estas mujeres? Nada más y nada menos que la imponente ciudad de Nueva York, una ciudad completamente distinta a lo que estaban acostumbradas. Las espera una vida nueva con miles de retos que sobrellevar, como la barrera del idioma, vestir adecuadamente para el clima de la ciudad y un choque cultural al que hacer frente.
Esmeralda demuestra ímpetu por salir adelante, así como la ambición y fortaleza de una mujer que no se detiene ante nada; descubre que confiar en sus sentimientos y pensamientos es la única alternativa para lograr salir de un ciclo de violencia. Tras este despertar, esta gran mujer renace, lo cual se refleja en sus logros y en sus estudios, y alcanza a ser la persona de la cual se siente orgullosa. Se siente cómoda en su piel, en su ser.
Esta escritora puertorriqueña narra detalles de su vida que resultan interesantes, y te atrapa con su tono de voz vibrante e íntimo, donde puedes casi agradecerle la confianza que nos brinda al compartir su historia.
